Hoy me invadió el miedo.
Vulnerable e indefensa, temí perderte.
Caí en cuentas, que por más amor que tenga
se escapa de mis manos,
aun con los mayores cuidados,
aquella posibilidad.
Hoy me invadió el miedo.
Incomprendida.
Las lágrimas alivian un poco la angustia. Desconozco el destino de nuestras vidas, de la tuya y de la mía.
Pongo todo mi esmero por cuidarte.
Solo te pido que te aferres fuerte y que no te sueltes.